El exdirector de Creatividad de Disney, Duncan Wardle, revela las estrategias para ser creativos durante toda la vida en el ciclo “Aprendemos Juntos 2030″, la plataforma del BBVA que emite sus contenidos en forma exclusiva por LA NACION
«Cuando mi sobrino cumplió cinco años, le regalé una bicicleta. La bicicleta venía empaquetada en una gran caja envuelta con papel de regalo y un lazo. El niño se entretuvo rompiendo el papel para descubrir qué había dentro. ¿Y con qué jugó el resto del día? Con la caja», cuenta entre risas Duncan Wardle, reconocido exdirector de Creatividad de Disney, quien ocupó el cargo durante 25 años. Estas declaraciones las hizo durante una charla en el ciclo «Aprendemos Juntos 2030», la plataforma del BBVA.
Pero, ¿qué pasó con la ilusión que el niño sentía por el regalo? En relación a esto, el profesional explica: «Con la caja podía hacer lo que quisiera: un castillo, una fortaleza, un cohete, una cocina». Y para respaldar su argumento, lanzó la pregunta: «¿Cuándo fue la última vez que viste un cohete?».
En realidad, lo que llevó al niño a dejar de lado la bicicleta y divertirse con la caja fue su creatividad, una cualidad que, según Wardle, a menudo se pierde en la adultez. Esta capacidad de pensar de forma flexible y encontrar múltiples soluciones a un problema o situación específica es algo que todos tenemos cuando somos niños. «Todos hemos sido niños y hemos construido una nave espacial. Todos tenemos una imaginación increíble y somos curiosos, pero a medida que avanzamos en nuestra vida laboral, dejamos de serlo», afirma el profesional.
Según él, todos nacemos con la capacidad de ser creativos. El problema es que, en algún momento, alguien nos dijo que no éramos creativos, y nosotros nos lo creímos. Wardle insiste en la importancia de reconectar con el niño o la niña que fuimos y recuperar la creatividad en todos los aspectos de nuestra vida. «Cuando intentamos desarrollar grandes ideas, debemos jugar», afirma.
La creatividad es una herramienta sin límites que nos impulsa a ir más allá. Wardle destaca la importancia de aferrarse a ella, especialmente en la edad adulta. Pero, ¿cómo podemos lograrlo? A través de la imaginación, la intuición, la inteligencia emocional y la curiosidad. El ejecutivo revela un dato sorprendente: «Aunque parezca increíble, nuestro cerebro es un 13% consciente y un 87% subconsciente. A diferencia de los niños, los adultos utilizamos la mayor parte del tiempo solo nuestro pensamiento consciente». Sin embargo, la creatividad proviene del subconsciente, que se ve opacado e inhibido durante períodos de estrés.
Es en esta área del cerebro donde almacenamos cada lugar que visitamos, cada comida que probamos, cada textura que hemos tocado e incluso aquello que quisiéramos olvidar, comenta Wardle. Es un estímulo interno que tenemos y que podemos utilizar para conectar con ideas diferentes. Por eso, es importante volver a utilizarlo, al igual que cuando éramos niños, «jugando y riendo», revela Wardle.
La estrategia de Walt Disney para triunfar No hay dudas de que Walt Disney, el creador legítimo de parques de diversiones, fue un creativo genuino. Considerado como un pionero del entretenimiento, dejó una marca indeleble con cada personaje que creó y cada película que estrenó. Sin embargo, su éxito oculta algunos secretos.
Según Wardle, la clave radicó en su forma de pensar. Cada una de sus creaciones surgió en momentos de adversidad, cuando tuvo que cambiar de rumbo e innovar para sobrevivir. En 1940, por ejemplo, cuando creó la película Fantasía y planeaba proyectarla en los cines, tenía la idea de rociar a los espectadores con agua durante la canción «Lluvia de Abril». Sin embargo, el dueño del cine consideró que eso implicaba un costo demasiado elevado, lo cual desconcertó a Walt Disney. En busca de alternativas para hacer realidad su deseo, decidió no proyectar sus películas en los cines. Sin embargo, esto presentaba otro desafío: «No podría hacer películas en dos dimensiones, tendría que hacerlas en tres», explica Wardle. Fue así como surgió la idea de crear un parque donde todos los personajes pudieran coexistir en un mismo lugar.
Las relaciones personales también fueron fundamentales para él. Cuando Walt Disney inauguró su primer parque el 17 de julio de 1955, en lugar de referirse a los visitantes como «clientes», los llamó «invitados». Este simple cambio de enfoque dio origen al mejor servicio al cliente del mundo, según Wardle. Pero eso no fue todo. Disney también decía: «No tendremos empleados, tendremos un elenco, y cada miembro interpretará un papel y se pondrá un disfraz en lugar de un uniforme».
Y para ser sinceros, esta filosofía no fue en vano y aún perdura entre todos los que forman parte del personal de Disney. Wardle relata el caso de su amigo Héctor Rodríguez, de Puerto Rico, cuyo trabajo en Disney consiste en llevar los barcos de un lado a otro del lago todo el día. Al finalizar su jornada laboral, siempre llega con una sonrisa en el rostro y cuenta emocionado: «No tienes idea de lo que hice hoy por uno de los invitados».
Disney es un claro ejemplo de que la creatividad es la llave hacia un mundo mágico y alejado de la formalidad que impera en la vida cotidiana de los adultos. Para Wardle, «la creatividad no se limita a pintar o componer música». Afirma que todos fuimos niños, que todos llegamos al sistema educativo con una maravillosa imaginación y que creíamos en unicornios y naves espaciales. Lamentablemente, al llegar a la edad adulta, eso desaparece. Y concluye diciendo: «Ese es uno de los desafíos actuales del mundo educativo: mantener vivo a ese unicornio».
Puedes disfrutar de la charla completa de Duncan Wardle en «Aprendemos Juntos 2030», la plataforma del BBVA que ofrece contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo. Desde mayo de 2022, estos contenidos se emiten de forma exclusiva por LA NACION.